Mercurio sigue en Escorpio en un aspecto tenso con Marte y Lilith en Acuario. Podemos sentir toda aquella rabia reprimida y frustración que hemos ido acumulando y aún no hemos sido capaces de resolver. Rabia hacia nosotros mismos. Rabia contenida. Con Venus retrogradando en Escorpio, nuestras relaciones están en la mira, estamos escarbando en aquellas emociones no vividas hasta el final, en fantasmas que vuelven a mostrarnos la herida aún no sanada de no ser suficientes, de no sentirnos valorados, del miedo a la traición, al abandono. La rabia bien elaborada nos ayuda a tomar acción e ir por nuestro deseo, dejando ir aquello que ya no nos hace bien.
Por qué no nos permitimos ser vulnerables? Cuantas máscaras aún debemos quitarnos? Dejémonos ser lo que somos, abrazando esas partes nuestras que quieren ser escuchadas. Es un periodo intenso, el cielo nos muestra el camino para aceptarnos. Un ciclo se cierra y otro está por abrirse.
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