Júpiter, símbolo de la misión espiritual sobre la Tierra, inicia la temporada de los retrógrados. Es una invitación al silencio y descanso en la esencia, de abandono de las actividades externas para concentrar la atención en el cuidar de las pequeñas cosas, de los matices de los que a menudo escapamos, porque son grietas infinitesimales sobre la fachada de nuestras máscaras cotidianas.
El período de retrogradación invita a la disminución de la velocidad. Si estamos en plena carrera, con los objetivos bien claros por delante, es posible que de repente la meta se aleje. Si hemos invertido sobre una meta bien programada, es posible que dudas se introduzcan sobre la veracidad de nuestra inversión. Y está bien así. Es importante que esta sensación tenga un espacio dentro nuestro. No podemos fosilizarnos en las situaciones, olvidando conectar con el amor que hay en cada cosa que hacemos.
Se abre un camino durante el cual podríamos sentirnos impotentes frente a repentinos obstáculos. ¿Y si fuera una vuelta salvadora, que pero no hemos tomado todavía en consideración por qué fue percibida como una renuncia? La enseñanza es rendirnos al flujo de la Vida, sintiéndonos pequeños, pidiendo ayuda, poniéndonos en contacto con la humildad. No hay necesidad de tener miedo de perder; se puede madurar en cambio la conciencia de ser sumergidos en un mar sincrónico, donde todo se mueve por un motivo. El destino final del camino no fue previsible con nuestros usuales instrumentos de control y programación de la realidad.
Se llama confianza en la existencia…en la sincronía. Nadie quiere quitarnos nada pero el campo electromagnético donde generalmente vivimos se está moviendo de manera diferente. Permitir ser moldeado de lo que llega, del cuerpo que llama, de los eventuales malestares interiores, nos alinea con lo que puede ser nuestro Bien Supremo…vivirlo con consciencia es fundamental para aprovechar la belleza de lo que se abre delante de nosotros, cuando cambiamos perspectiva, de víctimas a creadores.
Júpiter entra en retrogradación de los 24° al 14° de Sagitario del 10 de abril hasta el 11 de agosto… tiempo de profundizar del por qué estamos aquí. Parece de una incumbencia enorme pero abrirse a una perspectiva más vasta permite aceptar lo vastos que somos, cuanto vacío tenemos dentro, un vacío que es puro tejido creativo de plasmar gracias a una mente brillante y un corazón ligero.
Plutón entra en retrogradación de los 23° al 20° de Capricornio del 25 de abril al 03 de octubre …tiempo de ponerse en contacto con los juegos de poder escondidos…las manipulaciones que actuamos o padecemos en la vida. Ya no podemos simular nada…es hora de tomar en mano el poder que nos corresponde y las consiguientes responsabilidades.
Saturno entra en retrogradación de los 20° a los 13° de Capricornio del 30 de abril al 18 de septiembre… no se puede ir adelante si no se vuelve atrás, cuidando de aquellas partes que hasta ahora no tuvimos la fuerza de incluir. Ya no podemos fingirnos fuertes y resueltos si aún no nos sentimos listos para acoger nuestra fragilidad.
De junio en adelante entrarán en movimiento retrógrado Neptuno, Mercurio, Quirón y Urano …uno después de otro, estas fuerzas actuarán como remolinos interiores que no permitirán la dispersión sino lo absoluta concentración sobre un único punto: cuánto espacio damos al amor, a cualquier nivel y en cualquier dimensión de nuestra esencia.
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