Hemos llegado a uno de los períodos más importantes de este año, un estrecho paso que permite dejar atrás partes nuestras que están en necrosis, pero todavía firmemente unidas a la estructura que somos.
Este eclipse de Luna en Cáncer puede tener un efecto catártico sobre nuestra consciencia, no sólo en cuanto a insights de cómo o por qué nos hemos limitado o paralizado, sino también abriendo brechas impensadas dentro de nosotros, para que nuestra energía fluya de otra manera.
Este eclipse abre al amor, al calor, al abrazo. Abre al darse cuenta de si estamos cerca o lejos. Sé que es obvio escribirlo, pero el amor más grande es siempre el amor hacia nosotros mismos. Y ahora estamos en el momento de la verdad. O decidimos seguir el impulso interior de hacernos felices, de encontrar el espacio para manifestar lo que somos, o el sentimiento de frustración se hará tan alto que será difícil de soportar. Cuidado con el cuerpo, en este punto, que también está llegando al límite después de años de fatiga. Estamos en el primer tramo de eventos potentes y el tercer año del tránsito de Saturno en Capricornio, último signo terrestre, por lo tanto, lo primero es aceptar nuestra naturaleza humana, que a menudo está tan inmersa en el sufrimiento que no puede concebir otra cosa.
El camino de Saturno en Capricornio desde diciembre del 2017 a diciembre del 2020 nos está enseñando esto, a no tener más miedo del amor. Ahora es el momento de quitarnos esa parte del Capricornio: la frialdad emocional para sobrevivir al sufrimiento, la desconfianza, la sensación de aislamiento, e integrar a Cáncer …las emociones me permiten expresar lo que soy, la sensibilidad empática, el aceptar lo que soy, así puedo aceptar a los demás por lo que son, el sentir que pertenezco a algo más grande.
Esto implica también dejar de huir de la confrontación con los demás, porque en el nivel emocional los humanos nos parecemos todos, es en la gestión que diferimos, según las diferentes vivencias.
La sensación de estos días es muy pesada, porque nos estamos encarnando de verdad, y es la ocasión para estar presentes en nuestra vida. Aceptar el mundo emocional significa encarnarse, dejando de tener miedo de la intensidad de la que somos capaces. Aprendiendo esto, aprendiendo a florecer, podemos experimentar la alegría. Así que pasemos por el estrecho paso y lleguemos al otro lado….
Estamos en el final de un ciclo en el que hemos aprendido a vivir en la frecuencia del amor, nos hemos enfrentado a la importancia de resonar con lo que consideramos verdadero, dejando todo lo demás atrás. El tiempo es ahora….así que todo lo que hay que hacer, hagámoslo ahora. Todo lo que hay que decir, digámoslo ahora. Feliz Luna Llena!
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