Enero astrológico.
Entendemos este mes iniciando por la Luna Llena del 30 de diciembreen Cáncer, con el Sol en Capricornio, el mismo Eje zodiacal protagonista de los últimos 3 fatigosos años, que tanto han exigido de parte nuestra. La fatiga fue, por supuesto, acorde al grosor de la armadura que habíamos construido alrededor del corazón, y así cada uno tuvo que gatear hacia el encuentro consigo mismo, porque finalmente las alternativas disociativas habían desaparecido en el horizonte.
Los nodos en cuadratura a Neptuno y el viaje del alma que nos pide que abramos el corazón a un amor compasivo, más allá de nuestros deseos personales.
Mirar en lo profundo para comprender nuestra relación con el amor y lo femenino. Se nos pide que miremos con ternura las defensas construidas para protegernos del miedo de amar y de ser amados. ¡Una verdadera revolución para muchos, todavía tan bloqueados por el miedo!
El Novilunio del 13, el primero del 2021, mantiene la cuadratura, nos estimula a procesar nuestro contenido inconsciente con mucho cuidado.
Venus a 5° Capricornio en cuadratura precisa al grado a Quirón en Aries. Este aspecto abre una ventana al sentimiento de victimismo: ¿quién creemos que puede cambiar nuestras vidas? ¿A quién proyectamos la responsabilidad de nuestra felicidad? ¿Cuánto tiempo nos atrincheraremos detrás de la creencia: todo esto es demasiado para mí? La invitación es confrontarse con las propias fuerzas, los recursos que aún no se han activado, los talentos que han quedado ignorados porque uno no se ama lo suficiente como para considerarse digno. Nos queda poco tiempo para seguir con este tipo de actitud.
El 2021 continuará lo que comenzó el 2020, quitando los puntos de referencia de una visión de la existencia, donde todavía se espera que la caballería venga a salvarnos, sin darnos cuenta de que somos nosotros los invasores, los tiranos, y por lo tanto las víctimas.
Nosotros somos los parásitos que se aferran a cada migaja de amor que vislumbramos en los demás. En cambio, reaccionamos, sintiéndonos invadidos y asfixiados, a la búsqueda inconsciente de un abrazo del que escapamos. Mendigos que no saben ver el tesoro más grande. ¿Para qué sirve, en un nivel más profundo, todo este aislamiento, sino para entrar en íntima confianza con nosotros mismos?
El año 2021 continuará así, al menos en buena parte. Entonces podremos volar, pero con una red más amplia en caso de caída, porque al menos, habiendo empezado a vernos quienes somos, podemos estar más conectados emocionalmente.
El 19 de enero el Sol entra en Acuario, dando mayor fuerza al eje Aquario/Leo sobre el cual se basa la mayor parte de los aspectos astrológicos del 2021. Este eje estimula el cambio entre Forma y No-Forma, entre Formalismo y Libertad. Reflexionemos bien de qué lado estar y a qué querer dar fuerza. También me refiero a las siguientes Lunas que se manifestarán a lo largo de este eje porque será el comienzo del verdadero cambio, después del cierre de las dos Lunas anteriores.
El Plenilunio de enero será el 28, con el Sol en Acuario conjunto a Júpiter (09°) y la Luna obviamente a 09° Leo: he aquí que se refuerzan las cuadraturas entre los arquetipos planetarios en los signos fijos (enraizar el Nuevo), que llevarán a ese poderoso punto en el Tiempo del 11 de febrero de 2021, cuando haya seis planetas en Acuario que cuadrarán con tres planetas en Tauro. Este es un punto focal para dejar atrás lo que aún no hemos sido capaces de dejar ir. El Nuevo entrará con fuerza en nuestra vida y querrá ser acogido.
Tauro, Leo, Escorpio y Acuario son frecuencias de arraigo. Por supuesto, radican en lo que encuentran de nuevo dentro de nosotros. En presencia de creencias atávicas y ya viejas, desusadas e impregnadas de miedo, no sucede nada, todo permanece, arriesgando la implosión.
Estas dos Lunas entre finales de enero y mediados de febrero son dos ocasiones importantes, dos oportunidades para darse cuenta de lo abierto que estamos a nosotros mismos. Cuánto nos sentimos capaces de pensar en nosotros mismos en un presente de fuerza y centrado, o cuánto más miramos hacia otro lado, y entonces será nuestra tarea volver al centro.
No nos preguntemos cómo será el 2021. Preguntémonos cómo percibir las nuevas fuerzas y en qué pueden ayudarnos para amar cada vez más.
No hay nadie que crea nuestra vida, sino la Inteligencia divina que habita en ella.
Eres tú, no hay nadie más allá.
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