Los encuentros son mágicos e importantes… algo te cambian dentro aunque no te des cuenta.
En estos días se ilumina el encuentro de los amantes cósmicos, Venus y Marte, en el cielo, pero no en la energía romántica y tampoco terrenal sino pasional… que enciende …que crea con el fuego del espíritu, con la fuerza y la intensidad de aquello que nace desde el corazón.
Hay necesidad de una buena vasija arraigada para contener el amor…. hay necesidad de estabilidad y paciencia para cultivar la semilla y la planta.
Hay necesidad de nutrición. Hay cada vez más necesidad de unir trayendo el Espíritu en la materia. Hay necesidad de ser humanos y acoger lo que llevamos dentro y que escondemos por miedo ….. así todo fluiría sin obstáculos pero no es así.
Los obstáculos son parte camino de humanos que venimos a hacer y si no lo aceptamos en nosotros mismos lo estaremos proyectando fuera ….se manifestará fuera todo aquello que separamos dentro nuestro.
Aquella sombra aparece para ser integrada.
Entonces los amantes pueden ser totales en su encuentro y en su fusión… así, desnudos como son… en la belleza y fealdad, en la fuerza y en la vulnerabilidad. Juntos se muestran la vía para sanar. No hay guerra si se abandona el Yo porque no hay Yo en la fusión…. también es esto lo que el amor enseña.
Estamos en tiempos de verdad fuertes. Es evidente que hay un fuerte trabajo que hacer en cada uno de nosotros para desentrañar lo que todavía produce guerras de poder y destrucción.
No queda más que colaborar con el amor en este trozo de camino en el que transitamos.
Foto: Pinterest
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