Venus entra en Capricornio.
La afectividad busca estructura y la Luna también en Capricornio subraya esta necesidad de sentirse contenido por un afecto sólido.
Se podría fácilmente buscar a un viejo amigo que ha representado un pilar en nuestra existencia, un guía, un maestro.
En las relaciones se percibe ahora la exigencia de dar forma duradera y compromiso a lo que se ha construido, de poner reglas, límites, estableciendo lo que es lícito o no en el campo de un sentimiento instaurado.
Saturno, maestro de Capricornio, expresa un principio incómodo en nuestro modo de vivir a causa del gran malentendido sobre el concepto de libertad. Encarna la ley, la norma, el código de ética y moral en el que las cosas pueden fluir y crecer.
La libertad no puede pasar por el sacrificio sistemático de cada regla, como sucede últimamente. Si la regla por un lado restringe por el otro crea estructura y permite que las energías puedan canalizarse sin dispersión.
Saturno nos enseña a erigir la estructura que necesita la libertad para manifestarse.
En las relaciones afectivas las reglas son el fundamento que el Amor necesita para fluir libremente.
Si no te gusta lo que vives, si te sientes bloqueado emocionalmente, intenta establecer tus propias reglas internas para guiar a los demás a amarte como y cuanto deseas y mereces.
Como es dentro es afuera.
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