“La tarea de una persona fuerte es de proteger al más débil, y no aprovecharse de ello”. Podría ser este el lema que describe los ideales del acuario. Después de que el Capricornio ha expresado el arquetipo del soberano, de quien manda y dirige la suerte de los otros, llega precisamente el acuario, signo anarquista por excelencia. Es el anticuerpo a la tiranía, al poder en las manos de pocos. El acuario cree en un mundo diferente, un mundo mejor, dónde cada uno es el comandante del propio barco, un mundo en el que nadie te dice que cosa debes o no debes hacer. Es el rebelde, y cree fuertemente en el principio de la libertad y la lealtad. Quién pertenece a este signo se distingue por la excentricidad, por su singularidad. Es el genio del zodiaco, el loco lúcido. Está adelantado de años luz con respecto de las ideas de la sociedad y, por esto a menudo es tachado de loco: pero sólo es la capacidad de inventar y de ver el futuro. Necesita mucho la libertad, sea individual, sea de expresión. Siendo un signo de aire como géminis y libra, también acuario usa la comunicación.
Como tercer signo de aire, y por lo tanto espiritual, su comunicación es bien diferente: es la comunicación global, es la astrología, la comunicación del universo. Es la comunicación telepática, el éter, la vibración sensorial. El acuario es la sensibilidad psíquica, la sutil capacidad de percibir todo lo que está ocurriendo y está a punto de ocurrir. No se trata de una capacidad “espiritual”, sino de una habilidad innata de lograr conectar a la velocidad de la luz todos los acontecimientos y de lograr, siempre a esa velocidad, traer las conclusiones y calcular lo que podría ocurrir. Difícilmente se equivoca. A un acuario no se le puede mentir. Si esto ocurre, su reacción no sería de ataque sino de alejarse, de cerrar las relaciones y la comunicación con aquella persona. Si un acuario es traicionado o decepcionado, raramente mantiene las relaciones, no logra fingir la amistad. Te saca su consideración y su reconocimiento. Por ello no tiene muchas amistades … sólo se rodea de personas compatibles con su naturaleza. Aunque sea un signo social, que viva de relaciones, no concede fácilmente su amistad. Con quien no vibra igual, porque percibe cierta falsedad o dualidad en el comportamiento, acuario no inicia una relación y mantiene por ello las distancias. Cree en la verdad, en la sinceridad y la justicia. “Mi libertad acaba donde la tuya inicia”, es la base del pensamiento acuariano. Quien nace bajo este signo tiene grandes dotes intelectuales…son perceptivos, sensibles. Son grandes comunicadores; a veces hablan poco, pero en lo que dicen se le percibe enseguida un valor añadido.
Son los tecnológicos, los que utilizan la red global para difundir el propio pensamiento. Tienen capacidades para la informática y todo lo que concierne la tecnología. Su planeta gobernador es Urano. Este es un planeta realmente excéntrico y que corresponde totalmente a las características del signo. Es suficiente describir que su movimiento alrededor del sol no ocurre como el de todos los demás planetas, que giran sobre el eje vertical: Urano rueda. Su eje está horizontal. Este planeta también viene asociado al chispazo, al rayo, al acontecimiento repentino que cambia todo en un momento. Es imprevisible. No puedes saber nunca cómo actuará un acuario. Tampoco es necesario saber. Podría cambiar de repente idea y actitud sobre cualquier cosa en cualquier momento. Se cansan pronto… las personas los aburren si no son capaces de estimular su diversidad. A menudo investigan situaciones extremas y no convencionales. Quien nace bajo este signo viene a experimentar cómo alcanzar la máxima libertad personal, la libertad de existir y ser, dejando de lado el juicio ajeno. No calzan en las tradiciones y la cultura del entorno en que han nacido. Vienen a manifestar la propia y verdadera personalidad, estrellándose eso si, con el obstáculo más grande en absoluto: las uniones familiares.
Quien pertenece a este signo encuentra difícil expresarse a si mismo ya que, las uniones familiares solicitan continuamente la “fidelidad al sistema familia”, condicionan sobre todo la vida del acuario por los chantajes morales. A menudo renuncia a su verdad, para no hacer “sufrir” la familia. Si diera realmente escucha y continuación a lo que su verdadera naturaleza solicita, quizás algo de loco haría, algo en total rotura con las reglas sociales. Es por ello que tiene temor de su propia luz, a su naturaleza, porque sabe lo que puede ser capaz de hacer… en el bien y en el mal. Si no llegara a vivir plenamente el objetivo de vida, el acuario se cierra, se aísla y se pone agrio. Existe el riesgo que la rabia oprimida, sea dirigida contra si mismo poniendo en peligro su propia vida con situaciones extremas. Entonces la locura está a la vuelta de la esquina, la disociación mental puede tomar la ventaja. Como en la película “Into the wild”, dónde el protagonista muere desterrado, lejos de toda su familia y en la soledad extrema, víctima de sus ideologías; así el acuario amenaza de perder los cariños más importantes si no reconoce sus cualidades y lo que se encuentra dentro de su jaula. Probablemente quien nace acuario, tiene la posibilidad en esta vida, de metabolizar traumas repentinos de pérdidas, que crean fuertes dolores emotivos y tristeza. Sin embargo esto no es expresado con actitudes depresivas o apáticas, sino en forma agresiva hacia cosas, personas o situaciones que le recuerdan aquel dolor. A menudo la figura de referencia de este trauma es el padre; dejar ir esta emoción es fundamental para el acuario, ya que es la llave que abre la puerta de la felicidad. Investigar dentro de sí mismo la verdad, observando el dolor y aceptándolo. La verdadera libertad la encontrará, más allá de aquel dolor.
Arte: Beverly Ash Gilbert
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