Con esta Luna Llena en Aries se esta desplegando algo que ha iniciado el año pasado hacia septiembre y octubre y que luego de los potentes eclipses de enero y julio ahora se empieza a manifestar.
Esta luna llena se da en la mansión lunar de Ashwini, según la astrología védica, en trígono a Júpiter en Sagitario.
Se da una fuerte energía de fuego, de inspiración y de querer pasar a tomar acción. El fuego siempre nos conecta con el espíritu, con la voz de nuestra intuición y de nuestro instinto.
En Ashwini y en Aries, iniciamos el camino en esta Tierra.
Los dioses que presiden esta mansión lunar donde se produce este plenilunio, son considerados los más grandes sanadores, por lo que esta lunación contiene un gran potencial de sanación ligado al cuerpo sutil…nuestro sistema de chakras, el aura, los meridianos energéticos que recorren nuestro cuerpo.
Esta sanación nace de una reconciliación, de un perdón y del énfasis en que el amor lo cura todo…pero solamente si es incondicional, si confiamos completamente en la Vida y en sus designios, en ser guiados y de aceptar lecciones difíciles como parte del proceso iniciático y evolutivo en el que estamos inmersos.
Estamos invitados a reconciliar el femenino y el masculino, mente y cuerpo, mental y emocional, espíritu y materia, consciente e inconsciente….en equilibrio, en comunicación.
El símbolo de Ashwini es una mujer caballo, que hace alusión a la fuerza vital de Aries y de esta mansión lunar…fuerza vital de la que en gran parte vivimos desconectados. Los chakras primero y segundo han sido reprimidos y traumatizados …es difícil que estén en sana conexión con ese fuego interior.
Este plenilunio nos habla de la posibilidad y la necesidad de reconciliarnos con nuestra diosa femenina, sanar los chakras inferiores, nuestra sexualidad, la relación con el cuerpo, la tierra y la materia. Conectar con el cuerpo que nos comparte sus secretos, su sabiduría, su creatividad…con nuestros sueños!.
Cuando hablamos de despertar a nuestro potencial generalmente pensamos en los chakras superiores…queremos quedarnos en el estado de presencia maravillosa que descubrimos en meditación…queremos Ser con mayúscula…dejar nuestra pequeña persona construida y constreñida…pero esto solamente es posible si en el corazón se encuentran y se amalgaman dos energías, la de nuestro espíritu y la de nuestra alma encarnada…que proceden de la misma esencia.
Para lograr equilibrar y reconciliar es necesario sanar nuestro masculino, la masculinidad adolescente, el Yo más y mejor en detrimento de los otros, integrando las partes reprimidas de lo femenino, la diosa nutritiva, receptiva, la diosa sabia, y también sexual …para sanar nuestra relación con el cuerpo, el planeta y nosotros mismos.
Esa es la invitación… a reconciliar, a unir.
Cuando estemos ebrios, intoxicados de esta energía vital, de su fuerza, de su potencia…encontraremos la alegría de vivir, la alegría de ser nosotros mismos.
Ten el coraje de embriagarte de ti mismo…de aquello que sientes realmente que eres. Feliz Luna Llena!
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