Saturno entró en Acuario, aligerando la carga planetaria en Capricornio y trayendo un soplo de alivio en el camino de confrontación con nosotros mismos. La sensación podría ser la de intuir un cambio de ruta…. la capacidad de dejar atrás años y años de fatiga. Pero creo que es normal sentirse así después de meses de enfoque hacia un solo punto, como sucede cuando tanta luz está encendida en un solo signo zodiacal, en un solo sector de nuestro mapa. Nos hemos anquilosado a mirar en una sola dirección … era ahí donde se necesitaba concentración.
Pero las cosas estaban cambiando a pesar de nosotros. Saturno en Acuario es una apertura hacia algo desconocido que viene de muy lejos. Y de nuevo me parece que el manto de miedo que nos envuelve ahora es un paso obligado que nos guía a ver lo que somos, para luego girarnos hacia lo Nuevo, y salir al encuentro de él en la manifestación de nuestros maravillosos y espontáneos recursos.
Este tránsito será corto y llevará a Saturno a desplazarse de 00° y 01° Acuario y de vuelta el 3 de julio a Capricornio, luego el 16 de diciembre entrará definitivamente en Acuario hasta marzo de 2023. Durante su viaje será acompañado por otros arquetipos: Marte ahora y Júpiter a finales de año.
Una vez más, la pregunta es si podemos, aquí y ahora, hacer espacio para realidades completamente nuevas que empujarán desde dentro para ser expresadas. Se despiertan capas interiores que se han quedado dormidas. Lo que parece venir de lejos y de dimensiones elevadas, activa algo que ya está dentro nuestro, la parte galáctica adormecida, las conexiones telepáticas e intuitivas listas para ser utilizadas como nuevo estado de conciencia.
Así resuena el Acuario, se alimenta directamente de las frecuencias procedentes del Centro de la Galaxia. La última vez que Saturno viajó a Acuario fue entre 1991 y 1993, al comienzo de lo que entonces se llamó la New Age. Muchos oyeron esa llamada y abrieron puertas de exploración de sí mismos que habrían sido impensables hasta hace poco. Estamos ante algo que hemos esperado durante mucho tiempo, una especie de escalera hacia una dimensión interior profunda e intensa.
Pero antes, hay que procurar acompañar definitivamente lo viejo hacia su muerte, ha hecho su trabajo, hemos dedicado años enteros a él. Dejémoslo morir en paz, hagamos las paces, dejémoslo salir por la puerta principal, con inmensa gratitud….
Foto: Pinterest
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