Estamos de frente a la Luna Nueva a 15° de Sagitario. Se forma a las 8.20 hora española. La última Luna Nueva de este año donde sembramos una intención, en un signo de fuego y mutable. Nos da la dirección y la orientación …nos hace sentir nuestra dualidad: nuestra parte animal y nuestra parte humana que mira hacia el infinito…nos lleva hacia una comprensión y la búsqueda de la verdad, nuestra verdad.
Estamos frente a un proceso de comprensión y revelación, de revelación y de rebelarse. Es un periodo durante el cual se han enfatizado situaciones y problemáticas con las que hemos vivido hasta ahora, elecciones que hemos hecho y ya no se nos permite escapar.
El cielo nos está trayendo a flote todo aquello que hemos escondido hasta ahora, en el sótano… para ser transformado. Nos ha parado frente a nosotros mismos. Nos pide quemar todo aquello que creemos ser para ir, ayudados de la flecha sagitariana, hacia aquello que somos verdaderamente, a lo que amamos. Ha sido un largo proceso de disolver patrones, condicionamientos enraizados en cada célula hasta perder la propia identidad …solo así poder ver nuestro rostro auténtico.
Mercurio y Venus en Escorpio nos han llevado a superar los obstáculos que nos alejan de quienes somos y de estar solos a escuchar nuestro corazón. A revolucionar la mente dejando ir aquellos deseos provenientes del intelecto y alinearnos con lo que vibramos en esencia.
Ha sido una energía destructiva…de nuestras percepciones, de nuestra mente para revelar nuestro verdadero ser.
Pasamos y seguiremos pasando por situaciones de derrumbe de estructuras anquilosadas: rabia, dolor, insomnio, agitación, ansia, depresión…nos hemos preguntado cómo ha sido posible amar a cierta persona, escuchar a otra, seguir un determinado camino…por qué he decidido eso? Podremos romper relaciones, perder trabajos, encontrarnos de frente a una enfermedad o a problemáticas financieras…cada uno trabajando aquello que no quiere ver.
Todo ello para dejar ir lo viejo y hacer espacio para plantar una nueva semilla.
En esta lunación hay varias cuadraturas. Estas nos traen crisis internas que nos empujan a la acción. Urano cuadra a los Nodos Lunares y a Plutón. El planeta de la alquimia nos lleva a una resurrección. Urano nos invita a romper los esquemas, a dejar atrás el pasado. Esta vez ya no podremos mantenernos en silencio…seremos empujados a hablar, empujados a expresarnos, empujados a transformarnos.
Quirón en Piscis formando un gran trígono de agua con Mercurio en Escorpio y el Nodo Norte en Cáncer. Quirón, el sanador herido, durante estos años en el signo de la disolución del ego, nos ha hecho revivir la herida de separación, de anhelar la sensación de unidad con el todo…para seguir la fuerza de nuestra voz interior, de fluir con todo lo que sucede y rendirnos al diseño divino.
Marte en conjunción con Neptuno en Piscis cuadrando al Sol en Sagitario nos pide tener el coraje suficiente para disolver las ilusiones…se develarán aún más secretos, partes nuestras que no vemos y que necesitan ser comunicadas, expresadas, llevadas a la luz.
Se nos pide desnudarnos de todo aquello que fuimos para transformarnos en aquello que estamos destinados a ser. De sumergirnos en lo desconocido e ir hacia nosotros mismos.
El universo y su magnífica sincronía nos llama a osar, a pensar en grande…a apuntar la flecha más allá de donde podemos ver, a meter los pies mas allá del umbral de lo conocido. Júpiter en Sagitario nos invita a eso…a ir más allá de lo seguro para encontrar el infinito.
«… Deja de actuar como si fueras insignificante. Eres el universo en éxtasis…». Rumi
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