En estos días se perfecciona unos de los aspectos importantes del 2019: la cuadratura entre Júpiter en Sagitario y Neptuno en Piscis. Ambos planetas en regencia. Ambos planetas fuertes y potentes en sus casas.
Esta tensión nos invita a mantener los pies bien anclados a la tierra porque puede potenciar los rasgos más negativos de ambos: el exceso, la idealización, el papel de víctima, la negación y la evasión de la realidad.
Son momentos en los cuales podemos sentir que nuestra ingenuidad se desborda, nuestra imaginación se vuelve hiperactiva y la objetividad se pierde.
Pero también nuestra intuición y nuestra espiritualidad se eleva…podemos conectar con estados de consciencia superiores.
Este aspecto, sumado a que estamos en temporada de eclipses nos abre la posibilidad de quitarnos un velo, de trabajar con disciplina y determinación por una gran sueño, de dejar el autoengaño, de ver con claridad al otro y aunque duela…enfrentarnos con desengaños. De hacernos responsables y tomar consciencia de nuestro enorme poder…de ser realmente los constructores activos de nuestra realidad, de transformarla y de sentirnos plenos y a gusto en ella.
Estamos siendo invitados a una expansión …a imaginar en grande …de materializar un sueño, siempre y cuando quitemos las nubes de nuestra mente que impiden ver quienes somos realmente y quienes son los otros.
Apuntemos hacia el cielo…con los pies enraizados en la tierra.
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