Marte entra en Tauro y se queda allí por casi dos meses. Nuestro guerrero interior siempre en búsqueda de un fuego que encender esta vez toma la energía de un un escultor. Marte se transforman en las manos sobre la forma de Tauro. En este período, tendremos modo de «crear» una nueva forma, de crear una escultura, de dar e imprimir una nueva geometría a nuestra vida. La tarea de Tauro es tomar la energía de fuego de Marte y darle una forma concreta, manifiesta y tangible.
Es como cuando un artista mira un trozo de arcilla y ve dentro la forma de su obra de arte…las formas ya fueron visualizadas en la arcilla que fue a modelar. No fue él quien decidió…la forma ya estaba allí… él no hizo nada más que sacar lo superfluo. Lo que ocurre ahora es una cosa parecida. Sacaremos lo superfluo, las partes nuestras que no permiten ver y admirar la obra de arte que somos en realidad.
Durante este tránsito podemos experimentar una gran resistencia al cambio dada la naturaleza conservadora de Tauro. Y tal como ocurre con las estructuras rígidas sometidas a presión….en un minuto se rompen. No sin dolor.
Toda forma rígida está destinada a cambiar, bajo las manos de Marte…
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